El proceso de integración europeo es una consecuencia directa de las atrocidades cometidas por el totalitarismo nazi y el totalitarismo bolchevique bajo la conducción de Stalin, variable a la que debemos sumar las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y el consiguiente debilitamiento de Europa como centro de poder. La necesidad de priorizar las formas de organización democráticas, la defensa de los derechos humanos y el libre desarrollo de las personas más el imperativo de formar una organización/agrupación de estados que estuviera en condiciones de asumir el reto que significaba la presencia de dos superpoderes como lo era el soviético (ideológico/militar) y el estadounidense (ideológico, cultural, económico y militar) llevan a que finalmente se concrete el surgimiento de la Comunidad Económica Europea (CEE).El Reino Unido, especialmente Inglaterra, fiel a su tradición histórica de esplendido aislamiento y dada la existencia de resabios de su condición de potencia mundial en el siglo XIX, no se pliega al grupo de estados fundadores del proceso de integración, inclusive, levanta una propuesta alternativa con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA); posteriormente, por realismo político y en atención al éxito logrado por la CEE, decide ingresar al bloque, pero sin asumir todas las obligaciones y compromisos que ella implicaba. Hoy, el reino Unido parece volver al cauce histórico pre CEE y busca el camino propio en materia política, económica y de seguridad, siendo el Brexit el gran desafío inmediato, de ahí la necesidad de adentrarnos el pasado 16 de abril en los argumentos de quienes defienden la separación y reflexionar respecto de sus consecuencias.Expositor Víctor Hugo García V.Magíster en Historia, con mención en Historia Universal, Universidad Católica de Valparaíso.
Profesor de Estado en Historia y Geografía de la Universidad de Concepción. Miembro de la Asociación Chilena de Estudios Norteamericanos y del Programa de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción. Docente de la Universidad del Desarrollo.
bolchevique bajo la conducción de Stalin, variable a la que debemos sumar las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y el consiguiente debilitamiento de Europa como centro de poder. La necesidad de priorizar las formas de organización democráticas, la defensa de los derechos humanos y el libre desarrollo de las personas más el imperativo de formar una organización/agrupación de estados que estuviera en condiciones de asumir el reto que significaba la presencia de dos superpoderes como lo era el soviético (ideológico/militar) y el estadounidense (ideológico, cultural, económico y militar) llevan a que finalmente se concrete el surgimiento de la Comunidad Económica Europea (CEE).